Estamos ante un escenario positivo en el mundo del e-commerce en Brasil, con más de 50 millones de pedidos realizados tan solo en el primer semestre de 2017, con un total de R$21 mil millones en ventas, siendo un 48,2% de éstas con pago al contado. Estos datos apuntan a que, al menos, 25,5 millones de e-consumidores han hecho por lo menos 1 compra en tiendas virtuales en este período.
Con respecto al crecimiento, todos los índices presentados por el mercado están en franca expansión. La única baja, en verdad, ha traído beneficios al mercado, ya que se trata de una disminución de un 5,38% en los precios practicados en el e-commerce en los últimos 12 meses.
Esta caída de precios – básicamente vista solo en e-commerce -, ha traído consigo un volumen alto de e-consumidores y reveló un crecimiento de un 10,3% en relación al primer semestre de 2016.
Y los números no son positivos sólo para el mercado interno, ya que, al menos un 54% de los e-consumidores afirmaron en una encuesta que han hecho al menos 1 compra internacional vía importación directa. Estamos viendo de cerca la expansión del consumo más allá de nuestras fronteras.
El cross-border para el mercado brasileño
Con un mercado tan grande y con números tan atractivos, es difícil imaginar que los proveedores de todo el mundo no estén atentos al mercado brasileño. Pero ellos se enfrentan con un problema importante: la complejidad tributaria de Brasil. No han sido pocas las empresas que trataron de montar su operación en el país, pero colapsaron al enfrentar las dificultades tributarias y burocráticas.
Es por ello que al ver sitios como Aliexpress, por ejemplo, vendiendo en Brasil e incluso con pagos en cuotas, muchos se preguntan cómo lo hacen. La mayoría piensa que esos sitios trabajan con negocios ilegales o contrabando, pero debemos recordar que el RTS (Régimen Tributario Simplificado) permite importaciones directas al consumidor sin ninguna tasa para valores de hasta U$D50.
Además, siempre que los impuestos sean debidamente pagados, el consumidor puede importar sin necesidad de tener Radar (ítem obligatorio para importadores comerciales) hasta U$3.000. Tomando por base que el ticket promedio del e-commerce brasileño ha sido de R$418,00 en el primer semestre de 2017, se concluye que el techo de U$3.000 es bastante razonable para hacer posible el e-commerce cross-border.
La realidad que vemos hoy es que muchas tiendas virtuales quieren venderle a Brasil, pero pocas saben cómo hacerlo directamente desde su país, sin tener que mantener una estructura legal y física en el país. La caída de fronteras es algo que está ocurriendo en de Internet y, como tal, no podemos esperar otra respuesta que no sea su repercusión en todas las áreas de la red, principalmente en el e-commerce.
En sitios como Mercado Libre, por ejemplo, ya se puede ver un número cada vez mayor de vendedores que hacen el cross-border a la brasileña. Venden a consumidores brasileños, repasan el pedido a proveedores en China, y éstos despachan directamente al consumidor siempre con invoices inferiores a U$50.
En Brasil hoy ya tenemos diversos intermediadores de pago que permiten que las empresas extranjeras vendan a consumidores brasileños, incluso pagando en cuotas, y reciban de esos intermediadores en sus países originarios los valores de la venta.
Entre diversas empresas de ese tipo, una que llama la atención es Brazilborder, organización estadounidense establecida en Miami, que está haciendo una especie de Fullcommerce para que empresas de todo el mundo vendan directamente a consumidores brasileños, sin necesidad de tener estructura en el país y con plazo de entrega de hasta 12 días.
La operación de ellos consiste en proveer un sitio y atención en portugués en Brasil, así el consumidor puede ser atendido en portugués, hacer todo el trámite de liquidación de impuestos y envío de los productos, sirviendo de puente entre fabricantes y consumidores.
Puntos de atención para cross-border en Brasil
Obviamente, una operación de ese tipo trae consigo serias consecuencias en el mercado local y genera una preocupación entre las empresas nacionales que se ven amenazadas por este tipo de comercio. Pero, el objeto de este post no es debatir este punto, sino demostrar la viabilidad y legalidad de una operación con ese objetivo de actuación.
Sólo vamos a evaluar, como ejemplo de las ventajas del cross-border para empresas y consumidores, la compra de un BB8 ( así es, aquel pequeño robot fashion de Star Wars). En una gran tienda de juguetes el mini robot controlado por celular Star Wars VII – BB8 de Sphero, está publicado a R$1.999,00, con todos los impuestos y con el modelo Wrist incluido. A través de la importación directa, el producto llega al consumidor brasileño, ya con todos los impuestos incluidos, a no más de R$1.100.00.
Si ya notamos la ventaja para el consumidor, no es difícil vislumbrar que incluso dueños de tiendas nacionales pueden – como algunos ya lo hacen en el Mercado Libre -, ganar con el cross-border 100% legal.
Fácilmente, el dueño de tienda nacional podría vender el producto por R$1.540.00, remarcando 40% sobre el costo, con todos los impuestos, totalmente dentro de la legalidad y todavía lo vendería más barato que el comercio nacional en general.
No se puede prever aún si esa es una buena o mala noticia para el empresariado brasileño, pero es difícil imaginar que la tendencia del cross-border y de la importación directa por el consumidor retroceda. Aquellos que están más preparados con esta vertiente del e-commerce, con toda certeza serán los más beneficiados.