Conflictos de Intereses: ¿Cómo de negativo puede ser su impacto y cómo detectarlos antes de que sea demasiado tarde?

El 12 de septiembre de 2019, el gigante de Silicon Valley Apple Inc. reveló en un informe a la SEC (Securities and Exchange Commission) la renuncia de su director, Robert (“Bob”) Allen Iger. ¿El motivo? Bob Iger, mientras formaba parte de la junta directiva de Apple, también era CEO de The Walt Disney Group.

A primera vista, la posición de Bob en las dos empresas no era motivo de preocupación, ya que ambas operaban en sectores diferentes. Sin embargo, a los dos meses de su dimisión, Apple sacaría Apple TV+ al mercado y Disney lanzaría Disney+, ambos servicios de streaming que convertían a las empresas en competidoras.

Como se puede imaginar, la posición que Bob habría mantenido como ejecutivo de estas dos gigantescas empresas, compitiendo por los mismos clientes, no era una situación idónea para ninguno de los dos negocios. Como CEO de Disney, los intereses de Bob podrían haber sido diferentes a los de otros miembros de la junta directiva de Apple, y viceversa. Además, Bob tendría acceso a información estratégica sobre la plataforma de streaming de Mickey Mouse, y simultáneamente a información equivalente sobre Apple TV+.

Sin más remedio, Bob dimitió de su puesto en Apple el día en que se anunció la fecha de lanzamiento y el precio de su servicio de streaming. El caso de Bob es un episodio relativamente reciente de lo que se conoce como “conflictos de intereses”. Este tipo de cuestiones son bastante comunes en el entorno empresarial y son perjudiciales para la salud y la integridad de cualquier empresa. Afortunadamente, en el caso presentado se tomaron las debidas medidas: la dimisión de Bob del consejo de administración de Apple antes de que se materializara el conflicto. Sin embargo, no siempre se da el caso de que las empresas actúen para evitar que un conflicto de intereses se convierta en un problema para la empresa más adelante, como veremos en este artículo. 

¿Qué son los conflictos de intereses?

Es esencial entender el término conflicto de interés, ya que el debate en torno a él se ha intensificado cada vez más en el entorno empresarial. Se entiende por conflicto de intereses “una situación en la que los intereses empresariales, financieros, familiares, políticos o personales pueden interferir en el juicio de las personas en el ejercicio de sus obligaciones con una organización”. 

En otras palabras, hay un conflicto de intereses cuando el proceso de toma de decisiones no sigue las normas éticas y la búsqueda de los mejores intereses de la empresa, sino que se comienza a priorizar las necesidades individuales de un empleado o incluso de terceros. 

 Puede haber varios ejemplos de conflicto de intereses, como:

• Empleados que contratan a familiares como proveedores o prestadores de servicios para la empresa;
• Empleados con un grado de parentesco o relación íntima bajo la misma cadena de mando;
• Empleados que aceptan regalos, dádivas u hospitalidad de terceros durante un proceso de negociación o contratación; y muchos otros.  

Hablar de este tema es extremadamente importante, ya que muchas veces el conflicto de interés puede no ser entendido por los empleados como algo perjudicial para la empresa. Según una encuesta realizada por el Instituto Brasileño de Investigación de Riesgos del Comportamiento (IPRC) en 2020, un número importante de profesionales tiene un riesgo de alto a moderado de caer en situaciones de conflictos de intereses, como recibir sobornos o regalos para el beneficio personal. 

En la misma encuesta, aproximadamente el 17% de los encuestados afirmó que suele anteponer sus intereses personales a los de la empresa en la que trabaja. Además, en determinadas situaciones conflictivas, como la contratación de familiares como proveedores, el 40% de los participantes destacó que no percibe la existencia de un conflicto de intereses. Otro dato importante de esta investigación es que el 45% de las personas aceptarían un pago indebido de proveedores a cambio de facilitar el proceso de contratación o incluso el acceso a la empresa. 

Indudablemente, todas las actitudes mencionadas en la encuesta anterior son extremadamente perjudiciales para la imagen y la credibilidad de cualquier empresa, ya que la reputación de una empresa es algo muy valioso. Además, podemos ver ejemplos extremos de conflictos de intereses que han llevado a la desaparición de organizaciones, como el problema de agencia que provocó el escándalo de Enron en 2001. En otras palabras, es esencial mitigar y prevenir las conductas poco éticas y conflictivas que puedan generar daños de distinta naturaleza a una organización.

El caso del IRB 

En 2020, IRB Brasil, una empresa que opera en el sector de los reaseguros, se enfrentó a varios problemas, pérdidas financieras y daños a su reputación debido a su implicación en un episodio de conflicto de intereses relacionado con la gestión de la empresa. El caso comenzó cuando el gestor de activos Squadra Investments, que se beneficia de la venta a corto (es decir, cuando los precios de las acciones caen), publicó una carta en la que señalaba fallos contables y cuestionaba ciertos beneficios del IRB. El IRB se defendió de las especulaciones y acusó a Squadra de uso de información privilegiada, ya que Squadra tenía inversiones en acciones emitidas por el IRB.

Además de verse envuelta en un posible escándalo de fraude, la reaseguradora IRB optó por no aclarar abiertamente el caso al mercado, prefiriendo sólo demostrar su valía ante sus clientes. Esta postura comprometió la transparencia de la información, ya que suscitó más dudas sobre la integridad y la ética de IRB. En consecuencia, el precio de las acciones del IRB cayó, causando pérdidas financieras a la organización.

Además, ese mismo año, los dirigentes de la organización IRB declararon que Berkshire Hathaway, un holding que pertenece a Warren Buffet, era accionista de la empresa. Sin embargo, más tarde Berkshire Hathaway reveló que se trataba de una premisa falsa; un intento de IRB de recuperar la confianza del mercado que se había perdido con el escándalo de Squadra. Este episodio contribuyó aún más a la caída de la cotización de las acciones de IRB y, posteriormente, a la salida de miembros relevantes de la organización. 

En mayo de 2020, la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil (CVM), abrió una investigación sobre la situación del IRB en relación a las acusaciones de fraude, a los posibles conflictos de intereses y a la falta de transparencia en la divulgación de información. Como resultado de los escándalos, la empresa acabó estando al borde de la quiebra. 

En consecuencia, es evidente la necesidad de comprender y evitar todos los conflictos de intereses, ya que pueden perjudicar e incluso destruir a cualquier organización, independientemente de su tamaño. Por esta razón, siempre que te enfrentes a una situación potencialmente conflictiva, analízala críticamente y pregúntate:

• ¿El proceso de toma de decisiones se lleva a cabo de forma justa y transparente?
• ¿La decisión puede estar influenciada por el favoritismo, el nepotismo o el trato preferencial?
• ¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión para la empresa?
• ¿Podría la decisión perjudicar a la empresa (por ejemplo, en términos de daños reputacionales o pérdidas financieras)?
• ¿Me siento cómodo compartiendo los hechos con todos los miembros de la empresa?
• ¿Se ajusta la decisión a las políticas y normas internas de la empresa?

Si la respuesta a alguna de las preguntas es sospechosa, vale la pena hablar y exponer tus dudas a otras áreas u a otras personas de la organización, como tu jefe, el área de Recursos Humanos o el equipo de Compliance. Es importante que toda la toma de decisiones se realice de forma transparente e íntegra, para evitar situaciones y riesgos innecesarios y, en consecuencia, pérdidas para la organización. 

Para terminar, al conocer más sobre los conflictos de interés y cómo evitarlos, nos convertimos en verdaderos agentes de cambio en la empresa, y así, ayudamos a construir y difundir una cultura ética.